Que incierto que es lo Cierto…

La certeza o el conocimiento seguro y claro que una persona tiene sobre algo, no es nada más que un intento desesperado por tener control sobre nuestras vidas. Es la falsa idea de haber hallado una respuesta a tantas dudas a las que nos hemos encontrado de frente.

Empecemos por el hecho de que muchos de nosotros no somos mucho más que una red de pensamientos o ideales a los cuales nos aferramos cada segundo en el que alguien nos cuestiona. La pregunta acá es ¿Cuál es el riesgo que corremos cuando nos aferramos a nuestras creencias? Muchos decimos “no crecemos, no maduramos, no tenemos mente abierta, seguimos dormidos, etc.” Pero yo me pregunto que nos lleva a pensar que el cerrarnos en nuestra forma de ver la vida es algo negativo.

Partiendo de que tenemos un manera de pensar propia, la cual en muchos casos es un reflejo claro de nuestra familia y círculo en el que nos desenvolvemos, muchos vivimos creyendo que esa forma en la que vemos la vida es la correcta. Las personas pacíficas creerán que conocen el mejor paso a seguir, otras personas pensarán que llevamos muchos años esperando pacíficamente y que ya es hora de actuar, incluso de manera violenta. Ni que decir de las religiones, equipos de fútbol, música, comida, política y muchas otras cosas. Es evidente que somos maestros en el arte de aferrarnos a una idea y probablemente en pensar que los demás están mal.

¿Será entonces que es momento de cambiar?, ¿acaso es necesario buscar a los más “despiertos”?, decía Facundo Cabral. ¿Y si esa no es la respuesta?. Últimamente he llegado a la conclusión de que eso no es necesario. Como seres pensantes que somos, hemos llegado a creer que por estudios, experiencias, o esfuerzo, lo que pensamos o nuestra forma de ver la vida es más válida que la de los demás. Creo que disfrutamos tanto de la validación que las personas que nos escuchan le dan a nuestra ideas, que caemos en lo más profundo de nuestro ego. Al final, terminamos siendo presos o esclavos de nuestra “certeza”, que hoy es más frágil que nuestra confianza en nosotros mismos.

Existen las personas que creen en un ser superior llamado Dios, pero al mismo tiempo ese Dios es visto de distintas maneras por cientos de religiones. ¿Cuál es el verdadero Dios? Por supuesto que el mío. Hay otras personas que se enfocan más en la filosofía o en la ciencia y adivinen que… ellos también tienen la respuesta. Existen las personas que piensan que menos es más, también existen personas que piensan que la vida es para trabajar y producir porque para descansar está la muerte… y bueno, existen muchas personas más.

Tomando en cuenta todo lo anterior, ¿cuál es la mejor forma de vivir?. Puede ser que la encontremos en los libros de Wayne Dyer, Gabor Maté, Eckhart Tolle, Miguel Ruiz, y sí, también puede que la descubramos en la religión, en la comida, el deporte, la televisión, o en algún otro lugar. Pero al final del día, ¿cómo sabemos que ahí está la respuesta? ¿De dónde sacamos las certeza de saber que la manera en la que vivimos es la mejor? Para algunos de la fe, para otros de la ciencia, para otros más de la belleza de la naturaleza pero la verdad es que no existe certeza de nada. La única certeza que existe es que como seres humanos necesitamos de algo que nos diga que estamos bien, que nos haga sonreír, despertar cada día con ganas de vivir y con propósitos u objetivos a cumplir a corto, mediano y largo plazo.

En resumen, en este momento de mi vida pienso que nadie está equivocado y también pienso que nadie tiene la razón. Por ahora creo que es bastante egocéntrico de mi parte creer que mi manera de vivir es la mejor. Creo que cualquiera que sea nuestra decisión con nuestras vidas lo que verdaderamente importa es el efecto que tiene en las mismas. Y claro, por medio de escribir y pensar soy feliz en este momento. No hay necesidad de que nadie lo apruebe o lo valide.

Keeping your Purpose in Mind (YLAI)

My purpose has been very clear since the very beginning of my company’s journey. I want to motivate social change through language learning. I quit my last job to pursue my dreams which were and still are as clear as the reason why I created my own language school. When I found out about YLAI and the awesome chance I had to continue to make my business grow; I knew I had to be careful and always remember what put me there. Once chosen, it was just a matter of time for me to start finding situations that put my purpose to test.

Simplicity, honesty, and empathy are three core values that my school promotes. These same values are aspects that as a person I try to live every day. The YLAI experience really tested these three aspects from the very beginning. Formal meetings, formal clothing, small talk, among many other situations strongly affected me. The time before the trip and the first week in the US were extremely uncomfortable for me but I managed to get out of my shell and make the best out of this experience. Taking risks and exposing myself really benefited me to achieve great things in Portland.

Being Responsible for my Own Learning

I had a great chance to show myself how capable I am of independently looking for what I need to succeed. I found myself in a place that works in a way that’s completely different from the way we do things in my school. At El Árbol we focus on social change and we see money as the key that opens doors to people who can’t afford to learn English. I couldn’t feel that connection in my placement and I needed to find other organizations that do focus more on social responsibility. I contacted several people and I had the chance to meet with them and learn what motivates them to do what they do and of course how they get the money to offer support to people in need. This independence helped me see growth through a different lens. I now know I can go out and connect with companies we have similarities with so that we can work together to strengthen our efforts.

The Importance of Delegating Duties

While talking to leaders of great organizations I, little by little, noticed how I was being a “control freak” and how that was putting too much pressure on me. I learned that I needed to trust more and to find some spare time for me and my hobbies. This is something I will start to put into practice starting in January 2019. I’ve learned that sometimes you just got to let go of control and let others show you their skills.

Emotional Growth Beats any other Kind of Growth

I know the reason why I was chosen to be a fellow was mainly to make my business grow and to continue to make a change in my town, however, change doesn’t only happen through an income growth or through exposing my “brand.” Being part of an awesome group in Portland helped me see growth in a more insightful way. There wasn’t competition in my team. Everybody was cheering for everybody. My problems were my friends’ problems and their problems and victories were mine. I really don’t know how it happened but my family there helped me keep my feet on the ground despite any kind of success I had had before meeting them or any success I achieve while being with them. My friends showed me there’s not such a thing as borders or that they only exist in our heads.

Being part of YLAI has taught me to be more empathetic, to expose myself more without fearing any kind of pain. Being part of this experience has taught me the importance of a year, a month, a day, a second. This journey has just started and it hasn’t changed my purpose, it has actually strengthened my vision and I can’t wait to continue working on my idea sharing all the things I learned during the YLAI experience.

Cuando el desconocimiento de nuestro valor se disfraza de xenofobia y crea dolor…

“Solo mi familia importa, solo mi barrio importa, solo mi ciudad importa, solo mi provincia importa, solo mi país importa…”

 Por muchos años miles de seres humanos han muerto a causa de disputas por tierra, así se han creado muchas fronteras. ¿Cuál es la idea? Aparentemente el objetivo más común ha sido el de crear una identidad donde las personas que viven dentro de esas fronteras puedan tener una amplia variedad de ideas y valores en común. Básicamente lo que se buscaba era un sentimiento de pertenencia y seguridad al no estar expuesto a lo diferente, a lo “extraño”, a lo nuevo. Tristemente la idea de crear países y dividirlos por medio de fronteras fortaleció las diferencias y nos separó aún más, creando muchísimas divisiones mentales. 

 En “mi” país Costa Rica existe un fenómeno que considero bastante interesante y es que no parece ser que seamos una nación estrictamente orgullosa de lo que tenemos, o al menos no somos reconocidos por defender nuestra cultura o idiosincrasia, que para ser honesto no tengo muy claro cuál sea concretamente. Sin embargo, últimamente muchas de nuestras inseguridades se han visto expuestas en las redes sociales. No creo que esos miedos sean nuevos, sino más bien que los medios están siendo usados para alimentar nuestros monstruos más inseguros. ¿Cómo sucede esto? De la manera más triste, las personas detrás de los medios y grupos llenos de odio se aprovechan de nuestra ignorancia y miedo para satisfacer sus gustos. 

 Un claro ejemplo de lo enferma que está “nuestra” sociedad nace de “nuestra” esencia “Tica” de falta de profundización en temas emocionales, y si, es una crítica bastante fuerte pero creo que si somos honestos con nosotros mismos deberíamos aceptarla como una carencia que podría tranquilamente ser catalogada de epidemia, al menos de mi parte. 

 Si partimos de esa idea de falta de profundización emocional creo que podría empezar a darle dirección y un poco de sentido a mi idea. Bueno, observando las fronteras como tales podemos entender que la nacionalidad de dos niñas que viven a escasos 50 metros de distancia podría ser distinta. Sus físicos podrían tener ciertas características similares, sus idiomas e incluso sus acentos podrían ser muy parecidos e incluso podrían compartir una amistad de infancia. Sin embargo, la suerte de haber nacido de un lado o del otro podría tranquilamente dictar el futuro de ambas, claramente me refiero a un tema meramente político, ya que si lo vemos desde un punto de vista social al ser mujeres tristemente existirían muchas otras razones que dicten su futuro, sin embargo ese no es el punto de conversación en este escrito. 

 Mi pregunta entonces sería, ¿Qué nos hace merecedores de una nacionalidad? La respuesta es simple, nada. Nuestra nacionalidad es meramente producto de la casualidad. Yo no me rompí la espalda para ganarme el “derecho” de ser llamado “tico”. Por suerte para los que nacimos y vivimos acá obtuvimos el número ganador de la rifa, claro una rifa que para muchas personas no es de gran importancia o motivo de celebración ya que obtienen muy pocos beneficios con esta nacionalidad. Por ejemplo, el “tico” homosexual, la mujer “empoderada”, el niño pobre, la anciana olvidada, entre muchos otros. Para mi es increíble que creamos que por el simple hecho de nacer dentro de ciertas fronteras debemos de atacar y criticar a nuestros hermanos. 

 Pero algo que no me parece increíble es la idea de que “mi” país no sirve si la selección no va al mundial, como mi provincia no invierte dinero en lo que yo quiero entonces no sirve para nada, como en mi ciudad hay indigencia entonces la municipalidad no hace bien su trabajo, en mi barrio mis vecinos son unos perdedores porque me baso en el concepto social de éxito, mi familia no hace lo que quiero y eso significa que no hay apoyo y por eso los odio, y yo como no me conozco a mí mismo prefiero sacar todas mis insatisfacciones emocionales y cobrárselas a terceros”. 

 Creo que es hora, creo que ya es tiempo de que nos responsabilicemos de lo que vivimos y sentimos. Podemos hacer un cambio gigante en nuestras vidas pero eso solo va a pasar cuando nos veamos a nosotros mismos como seres humanos valiosos y entendamos que todas las demás personas también lo son.

 

Y otra vez…Personas Tóxicas

“Cuando una persona tóxica no pueda controlarte, buscará controlar la forma en que otros te ven”.

“Una persona tóxica se queja por todo, se hace la víctima, es envidiosa…”

Parece ser que el concepto de persona “tóxica” está de moda. He leído distintos artículos que explican desde como detectar personas “tóxicas” hasta como evitarlas, entre otros. De acuerdo a lo que he leído, y a lo que entiendo, todos hemos sido en algún momento esa persona a la cual estamos tratando de dar cacería.

Definamos persona tóxica de acuerdo a lo que los “especialistas” describen. Una persona tóxica es aquella que es egocéntrica, se hace la víctima, es envidiosa, no conoce de empatía y básicamente de alguna forma hace de nuestras vidas un infierno. De acuerdo a estas características ¿quien querría invertir tiempo y emociones con personas así? La respuesta es demasiado obvia como para escribirla, sin embargo me parece que cuando vemos este tipo de temas de manera tan simple y cierta no nos damos oportunidad de especular, dialogar, y mucho menos de dar una, dos, o más oportunidades a esos seres humanos que estamos satanizando.

Pero, la vida es muy corta como para desperdiciarla en personas tóxicas ¿no? Puede que así sea pero ¿no estaríamos actuando de manera egoísta, egocéntrica? Y si pensamos que esas personas “tóxicas” están dañando nuestra paz ¿No estaríamos jugando el papel de víctimas? ¿Que tan diferentes seriamos si esas características que definen a las personas “tóxicas” nos sirven a la perfección para describirnos a nosotros mismos? ¿Será que todavía no nos damos cuenta de que las personas “tóxicas” no son las responsables de nuestros males? ¿Será que nos cuesta mucho reconocer que el como reaccionamos a todo lo que experimentamos en nuestras vidas está en nuestras manos?

Es importante aclarar que nuestras acciones si repercuten en otras personas, pero ¿de verdad estamos culpando a las personas “tóxicas” de como nos va en nuestras vidas? Ultimamente parece ser que etiquetar a las personas es una forma sencilla de protegernos de esos males. Las redes sociales se usan para que todos ayudemos a prostituir ideas que solo causan separación entre las personas. Muchos de esos sitios de internet que hablan de este tema lo que buscan es generar discusión y que sus páginas o artículos sean compartidos y es nuestro trabajo leerlos y ser críticos pero nunca compartir ideas que nos separen y que nos hagan creer que somos más que otros. ¿Será que mañana nos encontramos con un artículo que nos hable de como trabajar en equipo para poco a poco eliminar la toxicidad de nuestras palabras, pensamientos, acciones y emociones? Espero algún día poder verlo.

Quiero terminar con una idea que no recuerdo donde la escuché, no existen personas tóxicas, existen acciones y pensamientos tóxicos que nosotros como personas usamos cuando no podemos satisfacer nuestras necesidades. Muchas veces no sabemos cuales son esas necesidades y el dolor que cargamos nos hace actuar de maneras extrañas que pueden activar ciertos sensores sensibles en otras personas, pero eso no significa que como personas que actuamos de manera “tóxica” seamos responsables de como los demás reaccionen. Básicamente no podemos huir de experiencias tristes, molestas, o deprimentes y por mas que tratemos de evitar a las personas “tóxicas” es nuestro trabajo aprender a conectar con nosotros mismos emocionalmente para así saber como reaccionar ante una situación tóxica.

¿Quienes somos en realidad? Sobre la consciencia…

En los últimos 3 o 4 días he estado pensado y compartiendo ideas sobre la consciencia, no me refiero a esa habilidad o maldición de pensar si lo que hacemos está bien o mal, me refiero a la capacidad y voluntad de ir mas allá de nuestros sentidos para poder comprender con todo nuestro ser la razón de cada movimiento de nuestro cuerpo, cada pensamiento de nuestra cabeza y cada emoción que sentimos con nuestra alma. Y es que es precisamente ese uso de la palabra “nuestro o nuestra” que me ha llevado no solo a querer escribir y compartir mis ideas, sino también a cuestionar ese pensamiento casi estándar de que somos todo y únicamente lo que habita en nuestros cuerpos.

Vamos paso a paso, en mi experiencia he tratado de escucharme a mi mismo y las personas con las que comparto y uno de los puntos que mas me ha llamado la atención es que he notado una especie de comodidad, seguridad y en ocasiones tranquilidad cuando hablamos de cómo algunas personas viven una vida sin sentido o como algunas otras desperdician las oportunidades que se les presentan. Estos son solo unos pocos ejemplos de las opiniones que he escuchado, pero todos los días comento y escucho a muchas personas discutiendo situaciones similares y es ahí donde hoy me pregunto ¿Qué nos lleva y ha llevado a pensar que existe un “yo” y un “ellos”? ¿En que momento empezamos a pensar como si no fuésemos parte en la felicidad o miseria de nuestros semejantes?

Estudiando un poco sobre nuestro ego y poniéndole mucha atención al mío principalmente, he ido descubriendo que muchas veces creemos tener claro el quienes somos, sin embargo, si alguien nos preguntara quienes somos es probable que muchos de nosotros fallemos en la tarea de responder, no porque sea una pregunta complicada sino porque muchos no nos hemos tomado el tiempo de reconocer nuestros múltiples “yo” y creemos que nuestros pasatiempos, gustos, edad, género, preferencia sexual, raza y otros definen quien somos. Todo lo anterior, a mi parecer, juega un papel importante en el proceso diario de escultura de nuestro ser pero creo que hemos olvidado que somos más de lo que se encuentra dentro de las fronteras de nuestros cuerpos y es ahí donde creo que entra a jugar la consciencia.

El estar consientes de que por momentos experiencias relacionadas con la ira, el amor, la envidia, el respeto y otros nos hace abandonar nuestras fronteras y ser parte de la vida de otras personas nos podría ayudar a entender un poco mas sobre quienes somos. No, no creo que mi vecino sea un señor odioso que no piensa en nadie más que en él, en realidad me gustaría que él compartiera con otras personas y conmigo. Sin embargo, de una manera poco asertiva, expreso mi deseo de abandonar mi cuerpo y mente para cruzar sus fronteras, esto lo hago de esta forma ya que me niego a entender que el soy yo y que yo soy él. La forma de ser de mi vecino tiene un efecto en mi y por esta razón mi vecino es parte de quien soy cada vez que pienso en él. Me parece que este nivel de consciencia nos podría ayudar a entender porque en muchas ocasiones no cruzamos la línea de la molestia o inquietud y no nos movemos en reversa o de manera frontal, lateral, individual o grupal. Creo que tememos a las múltiples identidades que tenemos y vivimos en una sociedad donde el crecimiento debe ser siempre constante y cualquier cosa que lo impida o que nos genere una duda lo intentamos sacar de nuestras vidas.

En resumen, creo que con estas ideas, después de mucho tiempo sin compartir lo que escribo, no he llegado a ninguna conclusión sobre lo que es la consciencia en nuestro vivir, aún así pienso que este puede ser mi primer paso para dejar las aguas turbias y superficiales por un momento y nadar un poco más a lo profundo de nuestro ser. Quiero estar más consciente del sin número de distractores que hemos creado en el sistema y que todos los días intentan evitar que cree más conexiones con mis múltiples “yo” que definitivamente son producto de mis relaciones con mis pasado, presente, las personas cercanas, las lejanas, las que no conozco, mis mascotas y todo aquello de lo que todavía no he experimentado. Como me dijo un amigo, celebro que estoy consciente de que me vida es un regalo y que hoy decido que todos mis “yo” disfruten de todas las cosas que se me presenten cada día.

Sobre conocimiento “y” ignorancia…

Esta conversación la tuve hace un par de días con unos muchachos en Massachusetts, Estados Unidos;

¿De donde es usted?

– De America central

Si pero, ¿de donde? ¿de San Francisco California?

-No, de Centroamérica, de un país que se llama Costa Rica.

Ahhh…¿Eso es por Brasil, o por Mexico? y ¿que hablan allá además de ingles?

– Español es nuestro idioma.

¿Usted sabe hablar español?

-Si

¿Quien puede juzgar algo como eso? ¿Por qué algunas veces creo que las personas tienen que saber lo que yo ya se?

En mi país por momentos, algunos catalogamos la ignorancia como una enfermedad.

Personas conocidas han hablado/escrito de la ignorancia como si se tratara de algo positivo, negativo, o algo de lo que no se debe sacar ventaja;

  •  “No hay espectáculo mas terrible que la ignorancia en acción” Johann W. Goethe (1749-1832)
  • “En la amistad y en el amor se es mas feliz con la ignorancia que con el saber.” William Shakespeare (1564-1616)
  • “Ningún hombre debería tratar de obtener beneficio de la ignorancia de otra persona.” Cicerón (106 AC-43 AC)

 Lo dijo Einstein (como en la imagen) pero yo igual me sigo refugiando en mi propio miedo para así burlarme de los que ignoran lo que yo no. ¿Hasta donde quiero llegar creyendo que soy muy “culto” y que los que no saben lo que yo se no lo son? ¿Cómo me siento cuando alguien habla de algo que desconozco? ¿Soy un ignorante entonces? ¿Que hago con esta palabra que generaliza y lastima?

Lo que ahora se es que el conocimiento no va de la mano del dinero. El conocimiento y la educación sobre mi mismo es gratis. Yo puedo aportar para que algunas personas, incluyéndome, puedan conocer un poco mas de si mismos y encontrar ahí la respuesta a muchas dudas y problemas. No estoy hablando de escuelas y carreras, esto no es sobre dinero, así que no voy a volver a justificarme con eso.

En un país donde el dinero no deberia ser un problema, como en los Estados Unidos, ocurre un fenómeno que demuestra que el dinero no puede satisfacer necesidades, algunas veces ayuda pero no siempre. Según el Huffington Post (Homeless and Empty Homes — an American Travesty) en Estados Unidos hay un aproximado de 3.5 millones de personas sin casa, mientras existen 18.9 millones de casas o lugares vacíos. Tampoco quiero generalizar, porque no es tan sencillo como nada mas reubicar a estas personas. Hay muchas razones por las cuales no se ha hecho pero si tengo claro que el manejo o la distribución del dinero no es la mejor. El punto acá es que la riqueza no siempre ha hecho que los pueblos se unan y estos algunas veces “ignoran” la realidad o la importancia de ayudar.

Es ahora cuando quiero detenerme y pensar en que quiero hacer con este “conocimiento sobre la ignorancia” que antes ignoraba, tengo que pensar en como lo quiero hacer y también quiero pensar en la razón por la cual lo quiero hacer. No quiero olvidar que el mundo fuera y dentro de mis es gigante y existen miles de cosas que siempre voy a ignorar lo cual no me hace menos que nadie, asi como el saber NO ME HACE MAS.

Alex

 

El efecto mariposa…

Para ser alguien que nunca va a conciertos este “me hizo el día” y hasta el mes. Dos horas rodeado de personas bailando (a las que normalmente se les llama hippies) y uno que otro en esos viajes que solo con ayuda se pueden tomar.

¿Quiénes son “Rising Appalachia”? Cuando vi el anuncio y vi la descripción pensé “Tienen que ser geniales”. Me fui a la universidad y muy entusiasmado le conté a una compañera sobre el concierto, ambos decidimos ir. Literalmente dos minutos después me invitaron a cenar y no podía decir que no, tampoco quería hacerlo. Pero… ¿el concierto?

Cancelé la idea del concierto, mi compañera decidió ir de todos modos. Fui a cenar, después me fui para mi casa y me acosté a leer. Me llegó un mensaje y era mi compañera, ¡me envió una foto del concierto! me molesté por un segundo por no poder estar ahí  y le pregunté si ya había terminado. “¡No!” Me contestó, “¡Están empezando la segunda canción!”. Me cambié y salí corriendo para el concierto.

Sin necesidad de ayuda tomé, o mejor dicho, me llevaron en un viaje dentro de mi mismo que me llenó de alegría y gratitud. Rising Appalachia me demostró por medio de su música/arte como se puede llegar a tocar a las personas haciendo lo que uno ama. Me recordaron que la vida no se trata de la cantidad de personas a las que se alcanza, ni que tanto se tocó a esas personas. Así como lo escuché en una entrevista: “Yo no he dicho que soy exitoso, yo solo hago lo que puedo” (Dr. Gabor Maté, mayo, 2009) 

Esas palabras me recordaron que siempre se puede hacer algo. No quiero volver a usar de excusa que no tengo suficiente dinero, tiempo, fuerza, ganas, o conocimiento para ayudar. La teoría del caos dice que el simple movimiento de las alas de una mariposa puede llegar a cambiar algo inmensamente en algún momento, en algún lugar del mundo. Un movimiento nuestro también puede generar algo…poco…mucho.

Rising Appalachia no sabe que tan fuerte movió sus alas… No tenía idea de donde podía crear cambio…ya veremos, o no, donde se va a ver reflejada esa pasión. Ell@s tenían que estar en esta ciudad y yo tenía que estar presente en ese concierto/conversación que me llenó de esperanza y motivó para seguir estudiando y soñando.

Esa noche soñé grande y esta noche también lo haré!Llámenme hippie!

Alex

Aprendiendo…

Ayer hice el tercer intento para poder conocer algo que ya muchas personas conocen. Muchos se preguntarán que será eso que intenté conocer. Otros no me creerían si se los dijera. El punto es que me encontré en una posición, mundo, momento en el que no era yo mismo. Me sentí incomodo, descontrolado, fuera de lugar y hasta sentí que no me conocía. Me reproché mucho no poder tener control de la situación.

No se si todo en la vida se trate de cuanto control tenemos sobre algo o alguien. No se si ese control que quise tener sobre ese momento que viví ayer hizo que no le tomara el gusto a esa experiencia. Me pregunto cuantas cosas y personas he dejado pasar en mi vida solo por querer dominarlas. Seguramente no las dejé ser… seguramente no me dejé ser.

En medio de esta inmensa experiencia que estoy viviendo, me pregunto que quiero ver, aprender, escuchar, sentir. Creo que si me doy la oportunidad de conocer antes de pensar en juzgar voy a poder obtener el conocimiento que se me ofrece. Creo que solamente quemando todas esas ideas aprendidas por medio de lo que en mi pueblo se considera correcto o incorrecto, bueno o malo, feo o bonito, voy a poder darle la bienvenida a miles de cosas y personas que aún no conozco.

Estoy listo, ya me lo he demostrado en estos primeros dos meses de mi travesía física y emocional. ¿Cuánto quiero crecer? ¿A dónde quiero llegar? Eso está por verse cuando viaje a Arabia Saudita.

¿Y usted? ¿Ya tiene sus preguntas o respuestas?

Alex Solano

En búsqueda del gran…